tag:blogger.com,1999:blog-5182134446837458512024-03-06T00:31:51.112-08:00La ceiba menstruanteLuna Marinerahttp://www.blogger.com/profile/08931141294145179170noreply@blogger.comBlogger19125tag:blogger.com,1999:blog-518213444683745851.post-61029096888915185982016-01-18T16:46:00.001-08:002016-01-18T16:47:17.635-08:00AnocheEl sueño se va, se ausenta.<br />
Figuras monstruosas,<br />
hombres amenazantes,<br />
imágenes del pasado.<br />
<br />
Ojos interrumpidos, no sé,<br />
no puedo distinguir el mundo.<br />
<br />
Somos iguales, no hay diferencias,<br />
somos sombras,<br />
sujetos vacíos,<br />
sin vida, sin historia, ni descanso.<br />
<br />
¡acércame una silla!<br />
¡quiero descansar!Luna Marinerahttp://www.blogger.com/profile/08931141294145179170noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-518213444683745851.post-27873562189485014542015-05-14T19:22:00.000-07:002016-01-14T14:48:30.599-08:00Para todo mal mezcal<div style="text-align: justify;">
Beber no es bueno pero, a veces, sólo el trago sincera los llantos negados y las palabras lejanas. Permite perder la serenidad, esa que juega a los naipes con Benedetti y que siempre es traicionada, por partida doble, por la ira y la tristeza. En ese mismo orden, revolcadxs o separadxs en su justa medida.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Unx quiere jugársela toda en un sorbo, creer que es verdad que la memoria olvida, que las realidades se ven menos fatídicas y que, atolondrado el cuerpo, la cabeza no recuerda nombres, números telefónicos o direcciones.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Lo cierto es que el desamor y el alcohol se llevan bien, tienen guardado en el fondo de cada botella una especie de romanticismo que termina por engañar a nuestra desdicha; bebemos ese fondo con la misma misericordia con la que confrontamos la cotidianidad de dos cuerpos distantes, livianos e imperceptibles.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sin embargo, ese último trago, el más amargo, el más caliente, el que atonta las erres y permite la fluidez de ciertos humores, es el primer trago de la sobriedad del día siguiente que amenaza con no volver jamás.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Beber es malo, dicen los abstemios más sabios y los ebrios más enfermos, nos acerca a vivir el dolor borracho y ese no sabe de disimulos o simulaciones.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Luna Marinerahttp://www.blogger.com/profile/08931141294145179170noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-518213444683745851.post-16967966043082322642013-08-05T14:57:00.000-07:002013-08-05T14:57:47.816-07:00Una historia extraordinaria<div class="Publishwithline" style="text-align: justify;">
Las personas andamos en busca de cosas que contar, nos fascinan
los reencuentros imprevistos y las personas cuyas identidades son tan
descriptivas que favorecen justificarlas como protagonistas o antagonistas de
la vida cotidiana. Esta historia tuvo de extraordinario un rencuentro de dos
infantes que jugaban a la mamá y al papá, un juego por demás tradicional cuando
se busca hallar la diferencia de un cuerpo que va creciendo y se reconoce como
un aliado y némesis del otro. Bien, este par de infantes decidió,
prematuramente, sentirse cerca y los tíos y los primos y las madres y los
abuelos se divirtieron algunos años jugando a comenzar una historia de dos
pequeños novios que no sabían ni puta madre del enredo en que los metían.</div>
<div class="Publishwithline" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Él creció, con las debidas limitantes que su estatura
comprobaba, sus ojos abrieron para observar mejor el mundo y a las mujeres que
en éste transitaban. Se hizo amante de más de una de dichas mujeres, descubrió
el sexo por placer, por lástima y por perversión pero, sobre todo, amó tener
una pelota entre los pies. Reconoció la comodidad del vello facial y la
negación de visitar al peluquero con frecuencia, como otros hombres
acostumbraban.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Ella negó su cuerpo cambiante, se hizo de un <i>short</i> largo y
holgado, una camiseta y un par de sandalias, dejó pasar desapercibidos aquellos
años de adolescencia. Hasta que un día alguien ofreció una mano para enseñarle
y señalarle los senos a medio crecer y las nalgas prominentes que ya no cabían
mejor en aquel short, sino debajo de una minifalda o un vestido. Se encontró
exorcizada de sus miedos frente a la imagen de una mujer, una que le gustaba.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Esta pareja de infantes, efectivamente, dejó de serlo. Se
miraban de reojo cada año y de vez en cuando rehuyeron al saludo en las
vacaciones, cuando coincidieron de visita en la casa de sus respectivos
abuelos. Las palabras se redujeron a holas, cómo “estáses” y adioses.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Más de veinte años después, aquel hombre de barbas largas y
lentes de armazón oscuro decidió, ordenado por el efecto de muchas decenas de
cervezas victoria, hablarle a la mujer del vestido rosa quien, obedeciendo al
trance de muchos tragos de mezcal, lo encontró atractivo y recordó, con cierta
melancolía, el romance de infancia y el primer beso: taciturno, ingenuo y
fugaz.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
No hablaron de amor, prefirieron el cortejo intelectual que
versaba del aporte <i>foucaultiano</i> en el estudio de las ciencias sociales y las
letras. La voz de un hombre provocaba risas entre las mujeres ahí reunidas
¡pero eso que importa si Foucault habla de las relaciones de poder! Una bella
mujer de cuerpo escultural motivaba la guerra de otros hombres por llamar su
atención ¡pero eso a quién le importa si Foucault habla de biopolítica! Dos adultos
jóvenes se miraban a los ojos con cierta pasión y nadie lo notó ¡pero eso no le
importó ni a ese Foucault, ni a sus estudios del poder, ni a su concepto de
biopolítica!<o:p></o:p></div>
<w:sdt contentlocked="t" id="89512093" sdtgroup="t"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 1.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX; mso-fareast-theme-font: minor-fareast; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><w:sdtpr></w:sdtpr><w:sdt docpart="8F4241D830DD4689934F04AB314EC517" id="89512082" storeitemid="X_9B03708B-CE20-456B-8024-05F1C8BC433A" text="t" title="Título de la entrada de blog" xpath="/ns0:BlogPostInfo/ns0:PostTitle"></w:sdt></span>
</w:sdt>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Luna Marinerahttp://www.blogger.com/profile/08931141294145179170noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-518213444683745851.post-51475244856183408582013-08-05T14:47:00.002-07:002017-05-26T15:20:35.635-07:00Haz tú una interpretación del punto<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRqoYRHe1CZ4cT6tlMdad7fpV95xecssYyOAxXw2JiGjU5Te3J44ChX2YlLukUoxl1kOfwoh37DWyRlRbHBPw9PtnwECBm0e4dP-DtL9vksG6jjTsQugSCldlY6LB75ePulOAgOyYJTSIG/s1600/Hazte+t%C3%BA+una+interpretaci%C3%B3n+del+punto.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><br /><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRqoYRHe1CZ4cT6tlMdad7fpV95xecssYyOAxXw2JiGjU5Te3J44ChX2YlLukUoxl1kOfwoh37DWyRlRbHBPw9PtnwECBm0e4dP-DtL9vksG6jjTsQugSCldlY6LB75ePulOAgOyYJTSIG/s400/Hazte+t%C3%BA+una+interpretaci%C3%B3n+del+punto.jpg" width="265" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
La pregunta no es "qué significa el punto", sino que hubo antes de él que condujo a esta pausa, a este final.</div>
<o:p></o:p>Luna Marinerahttp://www.blogger.com/profile/08931141294145179170noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-518213444683745851.post-14190104371980205812013-05-03T14:08:00.001-07:002013-05-03T14:08:56.934-07:00La fiesta de LizNo he querido hablar con estas palabras, he preferido callarle a la gente y gritarme frente al espejo, casi como si quisiera reprocharme cosas. Dicen que el lenguaje es tan arbitrario que las abstracciones de sus palabras terminan por contarnos menos de aquello que pretendíamos, dicen que es complicado identificar la violencia que ejercemos a ese lenguaje, comparto la idea aunque no sea una intelectual alemana de finales del siglo XX.<br />
<div>
<br /></div>
<div>
Quería, lo digo con la sinceridad que ahora persigo, acribillar al lenguaje; matarlo, por así decirlo; desaparecerlo, para que quede más claro; cortarle las palabras y las respuestas, sólo por ejemplificar... no pude, sabía que algún día, en algún momento, tenía que hablar pero mi boca no sabía cómo. Los músculos, esos que hacen posible la oralidad, preferían otras distracciones, beber, comer, bostezar, hacer muecas. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Y resulta que me contagiaron el silencio, ese que atormenta las noches y que hace inciertas las decisiones, aquel que le saca a uno el corazón como para comprobar si es cierto que de ahí viene todo el meollo del asunto, entonces a alguien se le ocurre preguntarme si existirá algo después de esta vida lingüística. Seguramente existe un mundo sin estas palabras, en el que las sociedades pueden dialogar sin necesidad de gastar saliva, en donde la gente prefiere los besos a los cortejos bien pronunciados.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Estábamos unos seis sentados frente a aquel tablón de madera, fingiendo más risas que de costumbre, mal hábito que se hace común en la gente que pasa de los veinticinco. La tristeza se simula y se disimula en el tránsito de una Montejo a una León, las lágrimas de Caro fueron el jarabe de un postre incomible pero que, de alguna forma, satisfizo el antojo de llorarte.</div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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Luna Marinerahttp://www.blogger.com/profile/08931141294145179170noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-518213444683745851.post-54948272892940189572013-03-13T12:52:00.002-07:002013-03-13T12:52:57.672-07:00FobiasNo me gusta esperar. Una noche soñé que me decías, a través de un dispositivo móvil, "yo te aviso cuando vaya en camino". Me levanté agitada y casi llorando, tuve miedo de no despertar.Luna Marinerahttp://www.blogger.com/profile/08931141294145179170noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-518213444683745851.post-57546731785326454212013-01-18T13:50:00.000-08:002013-01-18T13:52:03.348-08:00¡Malhaya!<br />
Me cagan los eufemismos, no sé si Zizek influya en mi particular intolerancia a ellos pero estoy segura que no se trata, más allá de su particularísimo uso literario, sino de una enfermedad de la modernidad depredadora. Resulta que la gente ya no puede decir las cosas como las siente, cada vez recurre a la inagotable fuente de analogías pendejas para hacer uso del lenguaje barroco que, como hispanohablantes, nos exigen.<br />
<br />
Desde hoy me propongo decir, e instar al escucha a decir, lo que piense sin los contratiempos deliberados de esta enfermedad que me hace sentir cansada de tanto descifrar mensajes, muchos de los cuales podrían ser más claros con el uso simple de las palabras y el cuerpo, si me enamoro diré "soy enamoradiza" y prefiero que digan que soy una mujer que no se niega a sentir.<br />
<br />
El amor no es un tabú, todos los días y en cualquier momento se habla de él. Nadie se atreve a definirlo pero todos hablamos de él, en las conversaciones cotidianas con o sin consumo de alcohol o drogas, en las camas de los madrugadores y trasnochadores, en los murmullos que se asoman a las conversaciones que no nos corresponden pero que nos aburren ¿qué hay, pues, de tabú en eso que nadie niega sentir esporádicamente?<br />
<br />
El sexo no es un tabú, pese a que en esta categoría entrarían desde los tamaños y las formas que buscan generalizar un sistema de género binario hasta el sexo, como placer. Allá los disimulados, sus maneras y sus síntomas de eufemística, el sexo existe, se vive y también se goza. Además, por más impudicia que le aleguen, es un tema público que no ha escapado ni de las bocas más hipócritas.<br />
<br />
Las groserías, las mandadas al diablo y los estados eufóricos que nos llevan a expresar cualquier "chinga tu madre", sea chica o sea grande, "vete a la mierda" o a donde sea que se vayan todos aquellos cabrones que nos llevan a segmentarlos del resto de la sociedad, o cualquier otra expresión de este tipo, tienen lugar en la florescencia de un sentimiento que no cabe tan bien adentro como cuando se dice, que fluyan las mentadas y los adjetivos que nos hagan liberarnos del eufemismo recalcitrante.<br />
<br />
Por lo tanto y sin más rollos, quiero decir que el mundo es una mierda porque las personas que en él habitamos tenemos dos caras, una noble y otra ojete. Dada la gravedad de esta enfermedad eufemística, los pobladores de este planeta prefieren hablar como ojetes y comportarse como ojetes aunque, por supuesto, sientan como nobles.<br />
<div>
<br /></div>
Luna Marinerahttp://www.blogger.com/profile/08931141294145179170noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-518213444683745851.post-69503980176395724222012-09-07T14:56:00.001-07:002012-09-07T15:01:02.866-07:00... bajitoHay una voz en el silencio de las montañas, la voz de las hojas de los Sabinos, el olor a resina de los árboles, arrullo de los ruidosos, pensamiento de los pseudointelectuales. Hay una voz en el trueno y en la lluvia, un murmullo en el aire, un deseo oculto en el olor a tierra mojada, una tristeza por las hojas que se caen y la constante sensación de nostalgia de un sol ausente.<br />
<br />
Hay gritos en la ciudad, reclamos en las pintas urbanas que antes fueron silencios, omisiones de la palabra, ausencias del lenguaje hablado y que ahora se manifiestan a través de colores y formas y que de vez en cuando toman de las letras lo que se acomoda a su discurso visual. Hay llanto en el paisaje urbano, sonidos muchos que caen en lo nauseabundo, deseos fugaces, miradas que se ausentan.<br />
<br />
Una ciudad ¿qué tan grande es eso? ¿qué tanto es una ciudad que la palabra parece pequeña cuando quiere describirla?<br />
<br />
Desaparecer ¿qué es un verbo si no constancia, si no acción? ¿qué significa desaparecer? ¿qué pensamos del que desaparece?<br />
<br />
Supe de tí, por otros, he de confesarte que la noticia de tenerte desaparecido me dolió, me ha puesto en el limbo del llanto desconsolado y el análisis constante del misterio de no saber de tí ¿Dónde estás? Regresa a la ciudad, a tu ciudad andina, vuelve con nosotros quienes habitamos tu espacio, quienes necesitamos de buenas noticias para seguir, para sentir, para olvidar...Luna Marinerahttp://www.blogger.com/profile/08931141294145179170noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-518213444683745851.post-10816396634405112402012-07-05T12:17:00.001-07:002012-07-05T12:18:21.373-07:00BocaditoYo quisiera un día saltar... uno, dos y... ¡salto!<br />
Para robarme las nubes y comerlas todas, dejar el cielo azul, sólo azul.<br />
Después de eso, nada, sentarme a ver lo inconmensurable de mi panza... llena de nubes.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNmUTjqVbSOZe51khj2Mu-VGMW5W8gvVPEWu99tYcxuIGKL8sy0Cr1u_BIEjwNZrDNToqxwDNj_VrfKivwgLfeiWbe514r8PkCOz_jf4-Jt9fMroSE4fPS9rCb1RDLDDBb1TfouN6WQmKW/s1600/Collantes+107.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNmUTjqVbSOZe51khj2Mu-VGMW5W8gvVPEWu99tYcxuIGKL8sy0Cr1u_BIEjwNZrDNToqxwDNj_VrfKivwgLfeiWbe514r8PkCOz_jf4-Jt9fMroSE4fPS9rCb1RDLDDBb1TfouN6WQmKW/s400/Collantes+107.JPG" width="400" /></a></div>
<br />
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<br />Luna Marinerahttp://www.blogger.com/profile/08931141294145179170noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-518213444683745851.post-59960819047607599162012-05-07T22:10:00.002-07:002012-05-07T22:37:32.818-07:00Carta al ChuyMe da temor, eso, estar ahí, sentirse bien, fluyendo, entregándose...<br />
Me da ira, eso, sentirme ahí, bien pero detenida, disimulando...<br />
<br />
Uno de estos días, recientes, le contaba a un amigo que me enuncio enamoradiza. Le decía muy convencida que mi corazón necesita estar enamorado, quiere estar enamorado y no se cansa de estar enamorado, aunque ésta, su servidora y chófer en el mundo, sí, se cansa, sufre, se enoja, llora, ríe de estar ahí transportándolo y re-apropiándolo. Soy enamoradiza y no me basta, quiero dejar de serlo para estar enamorada de a de veras y no así de cualquier cosa, de cualquier... cosa.<br />
<br />
La razón no responde, está muerta, está loca, distraída con cosas serias y preocupándose por academicismos que me han dejado y continúan dejándome... El sapo del escalón, ese que evito siempre, cada vez que paso por ahí, sigue ahí y no quiero evitarlo, quiero pasar por encima de él. Quiero un día, dar un salto, saludarlo, sonreírle e invitarlo a ver las estrellas, a decirle que esas estrellas, las de aquella noche en el campo, me cuentan cosas y tienen escritas cosas para mí, cosas que no entiendo, lenguajes que no conocía hasta que me regalaron la ocasión para ver que han estado siempre ahí.<br />
<br />
Algunas de esas estrellas me contaban historias de mi vida, cosas que había visto pero no en el cielo, no ahí tan dispuestas para mí, no tan claras, cosas que en el vacío de la noche, la iluminaban, la completaban y la llenaban de significado. Quiero estar ahí, con el sapo, ese que evito y que asusto sacudiendo el zapato, diciéndole, gritándole, que no me gusta, que se vaya... ¿qué es ese sapo? Y atiende bien ¿qué es ese sapo y no quién es? No quiero que sea alguien, quiero que sea algo, algo que me ayude a ver las estrellas no como estrellas, sino como esos mensajes que me da temor descubrir.<br />
<br />
He conocido la ira, he vivido con ella y ahora, en esta noche de sapos y estrellas quiero liberarla, quiero darte la primicia de que Casilda sigue perdida, exhausta, loca, no ha cambiado y que ya no puedo hacer más que dejarla ir, dejarla ser y conformarme con que, así con todo y sus mil amores y sus mil errores, tal como la rosa del Principito, es mi única neurona de la sapiencia.<br />
<br />
<br />Luna Marinerahttp://www.blogger.com/profile/08931141294145179170noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-518213444683745851.post-61020674907450827102012-05-06T14:45:00.000-07:002012-05-06T16:21:32.172-07:00Página roja<w:sdt contentlocked="t" id="89512093" sdtgroup="t"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 1pt;"><w:sdtpr></w:sdtpr><w:sdt docpart="DB7EC2D5A4D1486DB8E8188257F1077A" id="89512082" storeitemid="X_AB9B88D3-7B56-489C-9AD2-9B36FE49DF65" text="t" title="Título de la entrada de blog" xpath="/ns0:BlogPostInfo/ns0:PostTitle"></w:sdt></span>
</w:sdt><br />
<div class="Publishwithline">
Mientras estudiaba antropología en la facultad, varios de
nuestros profes nos contaban de sus experiencias etnográficas, nos
ejemplificaban con los trabajos de Mead y toda esa bola de súper-investigadores
que, si no me equivoco, nunca repararon en mencionar que las antropólogas
tienen aproximadamente una semana cada mes en la que no están disponibles a
negociar y mucho menos están en condiciones de “dejar pasar las cosas”, como me
dijo alguna vez un profesor. Se sabe, y con gran certeza, que cada mes las
mujeres experimentamos intensos cambios de humor ocasionados, como también se
sabe, por la liberación de estrógenos que el ciclo menstrual deja a su paso.
Ahora, qué hacer si por sí solo el trabajo etnográfico pone al individuo vulnerable, lo
expone y lo descubre. Si mezclamos la inminente llegada de estrógenos del
famoso Síndrome Pre-Menstrual (SPM) y la incómoda sensación de ser visto a
través de la propia mirada escrutadora del antropólogo, sólo que desde
el sujeto que se investiga, tenemos una espantosa mezcla que provoca inseguridades,
en muchas ocasiones mal humor e, incluso, llanto. Comienzo esta historia sin
dejar de obviar nada, porque ésta ha sido una de las páginas rojas de mi
experiencia durante el trabajo de campo…</div>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Pues bien, aquí estoy yo, sola en esa casa, sintiendo más
calor que de costumbre, mirándome en el espejo cada media hora y preguntándome
cómo fue que pasaron los años tan rápido que las arrugas empiezan a hacerse
sumamente visibles, parece que me están saliendo pecas por la harta exposición
al sol y, bueno, ni se diga de los brotes que parece que se han incrementado
desde mi llegada. Concluyo, anticipadamente porque no sé ni qué fecha del mes
es, que estoy envejeciendo y que las arrugas, las pecas y los brotes no son
resultado de nada más que del poco tiempo dedicado al cuidado de mi piel y esas
cosas que las mujeres con tiempo y vanidad hacen cada día de su vida.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
La casa se me hace inmensa, son tres cuartos, una estancia y
una cocina, yo sólo ocupo un cuarto porque está desamueblado y apenas tengo luz
y agua. Sí, la casa está inmensa y me siento absoluta y deprimentemente sola
aquí. Hay noches en las que no puedo dormir -¡Pero cómo fue que se te ocurrió
venir aquí y hacer investigación bajo este escenario tan desolador!- me
cuestiono- ¡Ni siquiera tienes dónde poner tu ropa!- pienso mientras veo la
ropa seca recién lavada sobre la cama, por ese momento, miro fijamente las
fundas, en las que acomodo mi ropa para tratar de establecer algún tipo de
orden en esta casa inmensa y en este panorama devastador –Si decidieras irte
ahora, dejar todo esto de la antropología para quien tenga agallas, sólo tienes
que meter esas fundas en tu mochila e irte ¡qué fácil!- me dice una vocecita,
de esas que lo llevan a pensar a uno en la locura, no hay mucho qué empacar-
¡vete, vete de una vez!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihCwJJ0kvcDLxPbnXr30WKzH6EhlhJ6xIlwWIOUSH3WdLkcy3HyUFsepLaxcAzzUv5ivVrqCKFZSX_pKbc4rA9qCWV2o_-hkGJ3pddq39GE0SqQ03Rnb8L3nJBI603hLXwAS_uKOVNRV2C/s1600/Collantes+313.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihCwJJ0kvcDLxPbnXr30WKzH6EhlhJ6xIlwWIOUSH3WdLkcy3HyUFsepLaxcAzzUv5ivVrqCKFZSX_pKbc4rA9qCWV2o_-hkGJ3pddq39GE0SqQ03Rnb8L3nJBI603hLXwAS_uKOVNRV2C/s200/Collantes+313.JPG" width="133" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
“…Vendrá un día la santa, bendita, prodigiosa revolución de
las estatuas (…) y vendrá la inmensa, la descomunal, la infinita revolución de
los muertos. Tan populares, tan resentidos, tan numerosos, bajando en largas
hileras por las montañas…” (Francisco tario).</div>
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<o:p></o:p></div>
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<br />
Justo en el momento en el que tomo una decisión, entra Doña
Carmen, sin tocar y asustándome como siempre. Ella ve que tengo la ropa limpia
sobre la cama y me pregunta si voy a planchar -¿Planchar? ¡Pero si yo dejé de
planchar cuando cumplí 17 y entré a la universidad!- digo para mis adentros y le
respondo, buscando ser lo menos brusca posible, que no voy a planchar porque no
tengo plancha y además la ropa no está arrugada. Doña Carmen, quien de vez en
cuando insiste en que me case con su hijo, ocho años menor, y quien siempre
encuentra la forma de manipularme a tal grado que termino haciendo lo que dice
para no discutir porque es la dueña de la casa y, dentro de todo su chantaje,
ha sido bastante amable conmigo. Como era de esperarse, Doña Carmen insiste
-¿Cómo va a guardar su ropa así? ¡La ropa se plancha, si no tiene plancha yo se
la presto!- me dice con el ceño fruncido y a manera de regaño –Doña Carmen ¡yo
no plancho! ¿Para qué? Se gasta la luz y la ropa se vuelve a arrugar- le digo
con un tono más alto del acostumbrado y devolviéndole el ceño fruncido.</div>
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<o:p></o:p></div>
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<br /></div>
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Creo que Doña Carmen comprendió que no estaba de humor para
discutir esos temas tan trascendentales de la ropa planchada o eso creo, si no por
qué responder con esa clásica frase del “¿Para qué? Se gasta la luz y la ropa
se vuelve a arrugar” -¡Bah, torpe!- pienso. Alguna vez, en los años hippies de
un familiar cercano, le pregunté a qué se debía que no se bañara más de dos
veces al mes, él me dijo -¿Para qué? Se gasta el agua y además uno se vuelve a
ensuciar- en ese momento pensé que tonta y aburrida respuesta y, ahora,
escúchenme hablar. Es como si a uno le preguntaran por qué no quiere comer y
uno respondiera -¿Para qué? Se acaba la comida y uno la va a desechar- o como
si a uno le preguntaran cualquier otra cosa y terminara exponiendo el círculo
vicioso que conduce a cada necesidad o a cada hábito en nuestras vidas. La cosa
aquí fue que Doña Carmen, después de mi respuesta, se fue y no volvió más
durante el día. <o:p></o:p></div>
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<br /></div>
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Por la tarde, sentí algún dolor abdominal que me hizo checar
el calendario y ahí estaba ¡la respuesta a mis modos tan peculiares de actuar! Digo, con todo y que
reconozco no ser la persona con el carácter más fácil en este planeta, quizás
los marcianos sean más como yo, más inestables, quizás su inestabilidad sea el
resultado de su lejanía con el sol -¡eso es, el sol!- y río a carcajadas en mi
solitaria vida de antropóloga en este lugar, ahora sé que realmente mis
arrugas, mis pecas y mis brotes no son más que una demostración de mi paranoia mensual
pero la cosa no paró ahí… Un par de días antes de la ropa sin planchar, un
amigo que se hizo amigo con el transcurrir de las horas, porque no convivimos
ni un día completo, pasó una noche en la casa. Él venía del “poli”, había
llegado días antes y le habían proporcionado hospedaje en una casa sucia, sin
luz, sin cama y con varios pollos. La noche que nos conocimos fue por Don
Marino, cuando me contó de su hospedaje le ofrecí que se quedara en la casa,
total que hay una hamaca aparte de la cama. Aceptó la oferta. Al día siguiente,
algunos conocidos nos vieron juntos y, como es común en los pueblos pequeños,
se rumoró que era mi novio, amante o algo similar. <o:p></o:p></div>
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<br /></div>
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Doña Carmen viene, de vez en cuando, más que a visitarme a
inspeccionarme, porque está convencida de que soy la mujer para su hijo y
quiere creer que soy la “güera” casta que bajó del cielo para quitarle la
timidez a su muchacho. En fin, Doña Carmen vino a saludarme, observaba la cama,
la ropa ahora ordenada y vio sobre mi mesa un paquete de toallas sanitarias, me
sonrió entonces y se fue contenta. Horas más tarde me enteré que su contento
era tan grande porque ahora sabía que “no estaba preñada”. Cuando me dijeron
tal cosa, con el cinismo con el que suelen decir las cosas aquí, me enojé. Sin embargo, recordé mi locura del día pasado y pensé que un viaje de descanso
el siguiente fin de semana no me vendría nada mal, total, esta vez tampoco había ropa que planchar.<o:p></o:p></div>Luna Marinerahttp://www.blogger.com/profile/08931141294145179170noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-518213444683745851.post-38159771087230285052011-10-30T21:10:00.000-07:002012-01-31T21:08:42.749-08:00Y dicen que soy "muerta de hambre" "porque así somos los del sur"...Debe ser que a veces el mundo se vuelve ineludiblemente soberbio, debe ser que la gente que en él habita también. Yo no soy una excepción a la regla, sin embargo me preocupan los cerebros enclaustrados en las ideas académicas y sociales que divulgan el deber ser de la gente, me preocupa el mío que a veces no deja de pensar. Sinceramente no podría decirle a alguien, a "otro", que se sea de tal o cual forma creo que más bien tendría cuidado de buscar acometer contra el que perece de hambre...<br />
<br />
Hoy veía a una mujer a la entrada de un mercado que vendía manzanas por un dólar en bolsitas de seis. Mientras la veía esperaba a una amiga que, sin darnos cuenta, me buscaba en la misma esquina de enfrente, ella estaba casi al lado mío. Esa falta de visión estaba distraída por la escena de aquella mujer y sus hijos.<br />
<br />
Yo no sabía que lo fueran, uno de ellos yacía sucio y perdido sentado sobre sus orines a las espaldas de esta mujer. Los otros estaban a su costado. De ellos, uno de menos de veinte años sujetaba con ahínco una bolsa de plástico mientras la rellenaba con "cemento de contacto" (también llamado "boxer" o "resistol 5000" en algunos lugares) para después inhalar un par de veces. Yo miraba indiscretamente la escena y me preguntaba cómo esta mujer podía convivir tan de cerca con estos chicos, sin darme cuenta ella me respondía la mirada y me sonreía.<br />
<br />
Respondí a la sonrisa con timidez cuando escuché que uno de ellos la llamaba mamá. Llegaron un trío más de niños, esta vez de menos de quince años. Uno sostenía con una mano una bolsa plástica en la que transportaba una cobija y con la otra le solicitaba al mayor que le diera un pase. El último se negó y los tres chiquillos le hacían presión pidiéndole al mismo tiempo, el otro no cedió. No había más o al menos eso les dijo, porque yo vi que la lata que contenía el resto estaba guardada en una de las cajas de madera donde la mujer llevaba sus frutas.<br />
<br />
El de atrás le pedía a modo de limosna -Mamá dame veinticinco centavos- con una voz bajita pero con la mano extendida. Ella respondía -no, ya te di cincuenta, ya no tengo más- y guardaba en una de las bolsas de su mandil el dólar que había recibido de manos de una mujer en los últimos minutos. Debo confesar que yo no podía dejar de ver con asombro a la mujer y a sus hijos. La señora respondía a mi listado de preguntas con una sonrisa que no me pareció, en ningún momento, retadora sino más bien amable.<br />
<br />
-Cómpreme una fundita de manzanas- me decía, yo respondía con un movimiento de cabeza, no tenía valor para hablarle. No entendía lo que pasaba, me imaginaba infinidad de situaciones que habrían llevado a sus hijos a vivir en esa situación, no sabía si mirarla con recelo, si cuestionarla o simplemente responder a esa sonrisa gentil.<br />
<br />
¿Cómo podría yo cuestionar la vida de esa gente? ¿Cómo podría alguien hacerlo? No sé qué pensar, sinceramente me niego a orientar mi mirada hacia el comportamiento de una familia cuyo pasado desconozco. Empero, esa escena ha permanecido ahí todo el día, le he dado muchas vueltas al asunto. Siento que le debo una disculpa a la mujer por cuestionarla, por invadir su espacio y por invadir el de sus hijos.Luna Marinerahttp://www.blogger.com/profile/08931141294145179170noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-518213444683745851.post-24247343249533601742011-09-21T10:51:00.000-07:002012-02-14T13:01:40.266-08:00Negro y blancoPienso que en el corazón se sitúa nuestro <i>punctum</i>. En el mío, por ejemplo, late el mar. Sobre la arena había escrito las historias de mi vida y él las ha borrado para desánimo de los chismosos. No obstante, sobresalen las experiencias punzantes, no tanto por dolorosas sino por significativas. Parto de ahí, de alguna costa del pacífico mexicano, ese es mi lugar de enunciación y es el espacio que he ido construyendo como mío. <br />
<br />
Muchas veces la vida cotidiana constituye la inspiración necesaria para la construcción de nuevos formatos de representación de uno mismo y de los <i>otros</i>. Por ello me di a la tarea de proyectar en otro cuerpo el resultado de un simulacro etnográfico, casi condenado al fracaso, que tuvo la necesidad de liberarse a través de dibujos. La alusión de la desnudez en esta representación tuvo como punto de partida la idea de poseer al otro a través de la mirada. Creo que la no identificación, la no pertenencia a un grupo es también una manera de sentirse desnudo frente al mundo.<br />
<br />
La morfología del cuerpo es un mapa, complicado de leer y de conocer si no se tiene la suficiente paciencia y, más aún, si no se pierden los prejuicios de la lectura convencional. Los signos están marcados en el cuerpo, esto obliga al lector a apropiárselos para decodificar el lenguaje de lo que no se dice pero que se ve, que se toca y se vive. No obstante, es la forma de mirar de algunos una representación de la herencia colonial que subyace en muchas de las interacciones no verbales. El hecho de sentirse observado genera un ambiente de incomodidad, pero también la falta de comunicación verbal agudiza la necesidad de incorporarse al espacio a través de la mimesis.<br />
<br />
-¿Usted sabe cómo se baila eso?- le pregunté a aquella mujer afro-ecuatoriana sin la intención de incomodarla, sino más bien con la idea de romper el hielo. Ella me miró de reojo y por encima del hombro, bajó la cabeza mientras me enseñaba alguno de los pasos, después de eso no volvió a mirarme. Al fondo otra mujer afro, con un pañuelo amarrado en la cabeza, me clavaba los ojos, cuestionándome, desnudándome...<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkkepgkmgdJdcu4SuATAPAuSAe0QaMVn9LZ505hhzch8Q9lc_6RiQSXfkqt_2Rh7fXZPdM7iHwj1sxHHXrxsSBxwCbp1AhTd7MMWDJ1prLb0Dyr9YLKAlqUejtkFeypgyn3ye_f-gaCXiY/s1600/Etnograf%25C3%25ADa+09.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="133" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkkepgkmgdJdcu4SuATAPAuSAe0QaMVn9LZ505hhzch8Q9lc_6RiQSXfkqt_2Rh7fXZPdM7iHwj1sxHHXrxsSBxwCbp1AhTd7MMWDJ1prLb0Dyr9YLKAlqUejtkFeypgyn3ye_f-gaCXiY/s200/Etnograf%25C3%25ADa+09.JPG" width="200" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_dL4x1jG44rR4mQC-znZ-kMRDOUzbevTtgQZkBKQOIkYCbAlU66F7jBLhNC44bGR-kKyhOLYbDsf5m3KwCFGaAquOFarTHVz-IsX-IbLnEw5wJXrKJA_HYoc0stB3IpNwyhpo76W_oegh/s1600/Etnograf%25C3%25ADa+10.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_dL4x1jG44rR4mQC-znZ-kMRDOUzbevTtgQZkBKQOIkYCbAlU66F7jBLhNC44bGR-kKyhOLYbDsf5m3KwCFGaAquOFarTHVz-IsX-IbLnEw5wJXrKJA_HYoc0stB3IpNwyhpo76W_oegh/s200/Etnograf%25C3%25ADa+10.JPG" width="133" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuE-zfmur6AKnT6b99smK2kHWKSek1e0loreEaNxUlRMS3yPmtoa8nlUieSHTEayjdY7QUe-mg1ZJmhrf15JFw0kNtQBq-FF30HeWnltQQV0ot4hr1XS4W7u1wqSPNujepM0R8l-jZqEPp/s1600/Etnograf%25C3%25ADa+11.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="133" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuE-zfmur6AKnT6b99smK2kHWKSek1e0loreEaNxUlRMS3yPmtoa8nlUieSHTEayjdY7QUe-mg1ZJmhrf15JFw0kNtQBq-FF30HeWnltQQV0ot4hr1XS4W7u1wqSPNujepM0R8l-jZqEPp/s200/Etnograf%25C3%25ADa+11.jpg" width="200" /></a></div><br />
Hagámonos un cuerpo, que no sea blanco o negro sino de colores.Luna Marinerahttp://www.blogger.com/profile/08931141294145179170noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-518213444683745851.post-14709935300390204742011-09-14T10:50:00.000-07:002012-05-07T22:13:37.325-07:00El marranitoDice mi mamá que comer chicharrón es malo y debe serlo porque yo vi que un niño se comía un pedazote él solo, antes yo le había pedido que me compartiera un pedacito chiquitito para el antojo y no quiso, entonces -y lo digo porque lo vi con mis propios ojos que se habrán de comer las lombrices- su nariz se empezó a inflar y a inflar y a inflar y ¡saz! se le puso redonda como la del mismísimo marrano que se estaba comiendo ¡Indulgencia señor marrano- decía hincado el niño con el pedazo de chicharrón todavía en la mano- juro por todas las gallinas del corral que sólo me las he de comer a ellas y a sus respectivos huevos, déjame como estaba por favorcito! Los niños de la escuela se reían a carcajadas de él, quien ni soltaba su chicharrón, ni dejaba de clamar perdón al marrano viendo al cielo como si se tratara de un Dios Cochino. Yo no me reía, la verdad estaba esperando a que en algún momento soltara su chicharrón para comer un poquito y poder pasar el antojo...Luna Marinerahttp://www.blogger.com/profile/08931141294145179170noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-518213444683745851.post-35582616076774746302011-07-06T12:20:00.000-07:002011-08-30T21:34:46.749-07:00Cartas sueltasNo sabría cómo comenzar esta carta cuyo fin está premeditadamente dicho. Así que comienzo diciendo adiós. Los motivos son varios y van desde los fatalistas, las exageraciones, las respuestas cortas no dichas (sí/no) pero que como muletillas lo salvan a uno de la calamidad y las muchas cosas que siempre uno tiene que aprender a callar. Lamentablemente uno decide responder con explicaciones de frases largas y no siempre convincentes. A veces uno prefiere preguntar lo menos irrelevante para evitar cualquier aprisionamiento de la mente ante las respuestas desfavorecedoras que lo hacen sentir a uno una mierda mal cagada en el mundo.<br />
<br />
La basura huele mal, la gente la deshecha pero no se hace responsable de haberla generado. Es tan fácil dejar la bolsa en la esquina y sentarse a esperar a que otro se la lleve. Hay personas que hurgan en ella buscando consuelo para su hambre infinita o calor para su frío insospechado. Especialmente aquí, en donde las noches son largas y le congelan a uno el alma. Alguna vez quisiera exponerme y dejar que el frío hiciera conmigo algo, al menos que se tome la molestia de verme a los ojos y de acariciarme con la rudeza del asfalto. <br />
<br />
La desnudez, esa misma que nos caracteriza cuando nos sentimos más endebles, deja mostrar las personalidades más escondidas. Permite a la mirada tomarse el cuerpo y subrayar con rojo los defectos que muchas veces son la proyección del espectador. Yo quiero estar desnuda, quiero andar por las calles confiada de que los defectos físicos siempre son los menos importantes, a sabiendas de que sólo aquel que quiera tomarse el tiempo de recoger de mis recuerdos, los escenarios más bizarros e inimaginables, sabrá la localización exacta del punto negro que mancha mi sangre y la hace espesar.<br />
<br />
Tinta china, he pensado que voy a escribir una historia de amor de dos botes de tinta china. Uno de ellos sería blanco y otro negro, sobre todo pensando en romper con la dicotomía sentimental en estos tiempos de telenovelas y filmes rosas. Considero que suena original, conmovedor y lleno de tragedias románticas que harían partir en llanto a los de corazón noble… ¡Coming soon!Luna Marinerahttp://www.blogger.com/profile/08931141294145179170noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-518213444683745851.post-8514053540419458002011-04-25T10:23:00.000-07:002020-01-14T15:32:02.621-08:00Manuel (II)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1GKLCQbhx1yElWYlJC97IGqyOl5wAt0zsZx0aNKYHZFE5iy4KlPCzJUFT7LAd3hapRCEaxRZIV6jie4F25GLHUH7mdh04z9QjSMP5oHsrpfxMnEznNIwzkE4uGHkHp6ZRVBHRYjIvBckO/s1600/Manuel.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1GKLCQbhx1yElWYlJC97IGqyOl5wAt0zsZx0aNKYHZFE5iy4KlPCzJUFT7LAd3hapRCEaxRZIV6jie4F25GLHUH7mdh04z9QjSMP5oHsrpfxMnEznNIwzkE4uGHkHp6ZRVBHRYjIvBckO/s200/Manuel.jpg" width="134" /></a></div>
<br />
Sentado frente a la mesa, solo. El plato vacío yace sobre la mesa, frente a él, quien mira atento hacia la pared, piensa en ella, en él y en ella. Esa otra y nueva ella. Aquel embarazo le provocaba repulsión de sus tiempos pasados, la recordaba a ella, a su primera ella, y a él. Resignado se incorpora y camina lento hacia la cocina, un café es la mejor opción para pasar las horas que le quedan de insomnio, aquella noche fría.<br />
<br />
Luz había sido su primera mujer, su esposa, quien decidió partir sin decir adiós. Él sin intenciones de culparla por haberse llevado también al hijo que llevaba en su vientre, la dio por muerta después de varios meses de búsqueda silenciosa. Aquel pueblo de menos de mil habitantes se enteraba de todo, incluso del nombre y apellido de aquel otro por el que fue abandonado.<br />
<br />
Manuel, sirve un café espeso, negro y casi hirviendo. Sin percibir siquiera la temperatura, sorbe con valor. Piensa en volver a la mesa, pero no encuentra razones para hacerlo. Afuera, sentado sobre el piso de madera de la entrada de su casa, se dispone a encender un cigarrillo y a beber la agotable bebida de los insomnes. Los perros ladran, alguna gata es tomada por su opuesto, los gemidos se asemejan al llanto de un niño.<br />
<br />
Y aquella luz, representada en la panza de una luciérnaga le hace recordarla, así sonriente, como sólo su Luz podía serlo. Tantos pensamientos negativos y rencores escondidos, se reflejan en la repentina necesidad de no ver más a aquel insecto. Entonces ella, su otra y nueva ella, la del vientre hinchado, la Carmen de sus ojos matutinos.Luna Marinerahttp://www.blogger.com/profile/08931141294145179170noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-518213444683745851.post-61162312726505760262010-08-11T14:55:00.000-07:002012-02-14T12:38:01.329-08:00Ab aeterno<div style="text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfgeLA9VjHdDwKmw0AnjCFwYnO0KC5kB-liybiIZO__oVDyojOQhBHMewOCkpoqwLlCCBvjfmsvRzQIwuSyOvVASYrr_FggsC3RQyFWd7BVqBe1laDom5Eia5Mx6NcCOjsdCbs0XyS9P2v/s1600/Viaje+Taxco+085.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5504276565506710482" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfgeLA9VjHdDwKmw0AnjCFwYnO0KC5kB-liybiIZO__oVDyojOQhBHMewOCkpoqwLlCCBvjfmsvRzQIwuSyOvVASYrr_FggsC3RQyFWd7BVqBe1laDom5Eia5Mx6NcCOjsdCbs0XyS9P2v/s200/Viaje+Taxco+085.jpg" style="cursor: pointer; float: left; height: 134px; margin: 0pt 10px 10px 0pt; width: 200px;" /></a>Lee con atención y ayúdame a encontrarme, estoy perdida. No hay migajas de pan en el camino, se acabaron las letras rojas que destellan con las luces de los carros. Las hojas verdes se miran amarillas, daltonismo que ciega las heridas, las disimula. No hay cielo sino tierra en vez, el agua putrefacta sale por todos los poros del cuerpo, se manifiesta en tumores y el mundo tira de un diente de leche.<br />
<br />
No hay gatos para cazar al ratón enfermo. Pero sí hay perros, esos que de tan flacos sonríen en lugar de ladrar. Hay, en este lado del mundo del cual me encuentro, una perra que cada día finge morir para obtener un pedazo de piedra, para sudar y reir de nuevo, para hacer como que no duele la sangre. Mi espíritu amorfo se deja llevar por sonidos que salen del mar y que heden.<br />
<br />
</div><div><div>- ¡Creo que soy aire, por eso no me encuentras!- te grito desde la esquina de un árbol.<br />
<br />
- Pero no eres aire- dices con tu voz queda y casi sorda- eres hueso y carne.<br />
<br />
- ¿Acaso me ves o sólo me sientes?- te reclamo a manera de solicitud, mientras el tirante del sostén desciende con impaciencia.<br />
<br />
- Eres hueso y carne, polvo y agua, eres masa amorfa y sin atributos, eres eso y todo lo demás menos aire- repites, como quien quiere asegurarse de que ha dicho algo que él mismo no ha escuchado.<br />
<br />
Y decido que si me das a escoger entre ser aire y ser nada, elijo ser mujer y ser polvo y agua juntas. No sé si lo escuches, te he soñado y cada vez que sucede te pido consuelo para mi alma ausente y tú me dices conforme y con seguridad, que sólo sabes que al fondo y a la derecha no estoy.</div></div>Luna Marinerahttp://www.blogger.com/profile/08931141294145179170noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-518213444683745851.post-72029228075024320532010-08-05T16:45:00.000-07:002010-08-05T17:01:27.136-07:00Carta a FidelNo escribía porque de pronto mi Casilda (mi muy reconocida neurona de la sapiencia) a veces no furula. Es de esas señoritas que se sientan en el piso a fumar un tabaco y pensar... hasta la eternidad, pensar en no sé que tantas cosas, la mayoría de ellas: inventadas tragedias de lo cotidiano. Yo le he dicho -Casilda por favor, ponte seria, ya deja de divagar-, pero ella está absorta, como enamorada.<br /><br />Una noche, a la menor provocación me declamaba poemas de Salvador Novo y que si los ojos que se fueron, y que si te lavaré con lágrimas -Niña, deja esas cosas del amor para los que tienen tiempo para desvelarse- le dije, una qué va hacer con la noche encima si el sueño se pone a debatir con ella. Imposible relación, aquella de los seres que se encuentran sólo de noche.<br /><br />Y ahora que te he visto, bueno, aprovecho para saludarte...Luna Marinerahttp://www.blogger.com/profile/08931141294145179170noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-518213444683745851.post-32101745737429190582009-06-21T22:21:00.000-07:002011-05-03T20:52:00.949-07:00Blanquita MonteroContar la vida de una mujer o un hombre en reducidas palabras es una tarea que, si bien lleva su tiempo, es complicada en relación a que uno siempre se pregunta si lo que ha quedado escrito realmente representa cada una de sus memorias virtuosas. Por ello, me confieso una inexperta en el arte de retratar cual fotografía, las décadas de vida de las mujeres o los hombres que nos han dejado mucho de qué hablar, pero poco de cómo resumirlo. <div><br />
</div><div></div><div>Podría empezar por escribir acerca de su lugar y fecha de nacimiento, pero eso ya no importa, porque Blanquita Montero nació y vivió en el mundo que le correspondía y que, evidentemente no eligió, pero lo hizo con tal grandeza y sencillez, que hoy a sus casi tres años de fallecida se le recuerda con la misma alegría y la misma entrega con la que decidió enfrentar los pesares.</div><div><br />
</div><div></div><div>Maestra por vocación, nos continúa enseñando que la vida es linda por el simple hecho de ser nuestra. Siempre consideró que la educación y las Matemáticas conformaban el núcleo redentor del futuro de las personas, de ambas no puedes librarte en la vida, aunque lo intentes, y hay que aprenderlas con gusto, decía.</div><div><br />
</div><div></div><div>He aquí una de las fotografías más representativas en la antiquísima casa de sus padres en Magdalena Tequisistlán, Oaxaca. Lugar que le precisó un espacio para vivir su infancia, sus primeros años de adolescencia y que hoy la guardan en los confines de su tierra caliente.</div><div><br />
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</div><div></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5350031784924310514" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 200px; CURSOR: hand; HEIGHT: 132px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNujDt8uSn6M6ByzcXe9fUOlct1QfLriKcT1z9ZRMcZI1ON0ecqtxYvTaNtQYoVvfCYC0fOU6r3OdsnJbN0yH2K4ILt6fvPtjLjMaUrBjVJG9z1qU5NcUzp2K8L3vSuzk_e4P2EWTwTnuJ/s200/Mam%C3%A1Pavisconlaabuela.JPG" border="0" /><br />
<div align="center">Blanquita Montero en los brazos de su madre Valeriana Gross.</div>Luna Marinerahttp://www.blogger.com/profile/08931141294145179170noreply@blogger.com1